Día 24. La intrascendencia y el ambiente.
Como humanos no estamos dejando ninguna huella generacional o marcando una era. Somos intrascendentes. En unos 200 años nadie dirá nada de lo que hicimos o dejamos hecho. Estamos pasándola sin dejar marcas. Es un permanente y consecuente devenir en la intrascendencia. Estamos rodeados de relativismo, tanto que ya no es necesario que ninguno de nosotros esté presente para que se pueda identificar el propio presente. Nadie es importante para la época ni es determinante, nadie hace o dice nada importante, todo es relativo, opaco y pasajero. Consumo, liso y llano, sin siquiera ser objeto o producto de una política de largo alcance que busca una meta. Nada. Simple y estúpido consumo.
Se extingue una especie, cualquiera sea y ..... ¿a quien le importa? Si, ya se, a algunos les importa, pero no importa que a esos les importe, la especie ya se extinguió, entonces que les importe o no les importe es lo mismo. No importa para nada que les importe.
Se contaminan espacios comunes y .... ¿a quien le importa?. Lo mismo que antes, no importa a quien le importa, ya están contaminados.
Con cualquier tema que impacte en la forma y calidad de vida de nuestra especie, es lo mismo. No le importa a nadie y, si les importa, no sirve para nada que les importe.
Las fuerzas se han devenido en individuales. El exterminio o el maltrato al medio ambiente está ejecutándose por todos. Es imposible detenerlo. No tenemos la cultura evolutiva suficiente para entenderlo. Y encima nos creemos más inteligentes y poderosos que humanos de otras épocas. Típico de mediocres.
Yo propongo algo simple, demasiado simple. Dejemos de consumir lo que no necesitamos como especie. Es decir, comamos, durmamos y elaboremos nuestros elementos de protección contra el clima. Protejámonos de las enfermedades y vivamos en común unión, respetándonos.
Nada más que eso. No viajemos. No compremos elementos para el hogar que no sean los estrictamente necesarios. No miremos televisión. No escuchemos radio. No leamos diarios. Dejemos activada solamente la internet. Nacer, crecer, reproducirse y morir. Nada más. Y hagámoslo con felicidad.
¡Es muy simple ¿no?!
¿Saben que? Queda muy poco para que estemos obligados a hacerlo.
¿No lo creen? Bueno, perfecto.
Nos vemos.
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